Con el apoyo de la Fundación de la Familia Walton, KCUR les ha pedido a unos estudiantes de profesorado reflexiones de sus experiencias enseñando durante la pandemia. Publicaremos sus historias en una serie durante las próximas semanas.
Las últimas semanas han tenido la misma sensación como las que preceden el primer día de clases. Mientras los estudiantes regresan, van a estar siguiendo las regulaciones del distanciamiento social y usando máscaras. Los grupos de estudiantes tendrán la oportunidad de trabajar juntos y comunicarse unos a otros sin mezclarse con los otros grupos. Eso será posible con los divisores transparentes colocados en las mesas.
Arreglar el salón me dio mucha emoción. Esto está pasando de verdad. Los estudiantes van a regresar. Ha pasado un año desde que cerraron las escuelas durante las vacaciones de primavera. Todas las cosas dentro del salón todavía estaban en cajas y hemos pasado las últimas semanas ubicando los escritorios y organizando la biblioteca, almacenando los gabinetes con materiales escolares, diseñando un tablón de anuncios creativo, y asegurándonos de que el salón sea un lugar donde los estudiantes se sientan cómodos y bienvenidos.
Estoy muy emocionada de ver a los estudiantes en persona, poder ayudar a los estudiantes uno por uno con más atención y hacer actividades táctiles, también creando una relación con los estudiantes que no es tan fácil en las clases virtuales.
El aprendizaje emocional y social, en inglés SEL, es algo que tiene mucha importancia en kinder. La primera semana ellos estarán acostumbrándose al salón. Estarán aprendiendo las reglas en las clases, cómo caminar por los pasillos y crear hábitos como alzando la mano si tienen una pregunta. Tienen que aprender cómo usar sus máscaras y mantener la distancia social. Todos estarán acostumbrándose al aprendizaje en el salón.
Los estudiantes estarán sentados en los escritorios durante el día con algunos momentos de descanso. Aún con descansos, esto será una gran diferencia de estudiar en la casa cuando pueden relajarse en el sofá, estar acostados en el piso con un peluche favorito, distraídos con mascotas, aparatos electrónicos, y la televisión. Ahora estarán en un ambiente conducente al aprendizaje. Aunque no pueden compartir los materiales escolares, juguetes, o libros como antes, cada estudiante tendrá sus propios materiales en su escritorio. Muchos estudiantes estarán usando máscaras todo el día por primera vez, pero ya he visto que los estudiantes en las estaciones de conexión a internet (establecidos para los estudiantes que no podían conectar a las clases virtuales en casa) mantienen sus máscaras bien puestas y por la mayoría no se distraen.
El manejo del comportamiento de los estudiantes es por supuesto diferente a las estrategias usadas en clases virtuales. Ahora puedo parar al lado (siempre con distancia social) de un estudiante y usar comunicación no verbal como proximidad o contacto visual para agarrar la atención de un estudiante, algo que de hecho no funciona en Zoom. El manejo de la clase me parece más fácil cuando estamos en persona y será una experiencia de aprendizaje para los estudiantes.
Aunque hay muchas ventajas de regresar a la escuela, algunos aspectos del aprendizaje en persona todavía no van a ser lo mismo que antes. No participarán en grupos de la misma manera que antes de la pandemia. Grupos y estrategias de aprendizaje cooperativos no serán usados de la misma manera porque no siguen las reglas del distanciamiento social. Por ejemplo, en los grupos pueden usar estrategias como “Think-pair-share,” donde estudiantes en parejas y los grupos tienen una discusión para responder a una pregunta, porque pueden mantener la distancia social. Otras estrategias como la de “Four Corners,” donde estudiantes se mueven a diferentes lugares del salón para practicar tomando decisiones y expresando sus opiniones no será una actividad que quede bien con mantener seis pies de distancia entre cada estudiante. La desventaja de Zoom es que la mayoría del tiempo los maestros están hablando y los estudiantes están escuchando. En el salón podemos oír más de los estudiantes y ellos pueden participar más en su educación.
Hay muchas preguntas a las que todavía no hemos llegado y todavía hay incertidumbre. A pesar de esto, estoy muy emocionada de ver a los estudiantes de kinder en la clase en el último término del año escolar, ganando esa experiencia que muchos internos en educación todavía no han cumplido: enseñar en el salón.
