El 3 de abril, Sarah Orozco estaba preparando a sus hijos para ir a la escuela cuando vio un mensaje de otro padre. Habían visto a las fuerzas policiales! interrogando a alguien cerca de la Foreign Language Academy, en el vecindario Midtown de Kansas City.
Los padres se preocuparon al pensar que podrían ser agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), lo que representaría una amenaza para las familias de la escuela que no tienen estatus legal en el país.
“A veces tenemos muchas familias que, debido al clima político, han sido muy reservadas al enviar a sus hijos a la escuela,” dijo Orozco. “Este fue uno de esos momentos en los que esa reserva se intensificó, simplemente por miedo, no solo por los estudiantes, sino también por los padres”.
Ese mismo día, el director de la escuela envió una carta a las familias informando que las Escuelas Públicas de Kansas City confirmaron que los oficiales no estaban relacionados con ningún servicio o acción de inmigración.
Un portavoz de KCPS dijo a KCUR que una persona fue detenida en la calle frente a la Foreign Language Academy durante el horario de entrada de los estudiantes por autoridades que se identificaron como agentes federales de la DEA.
Un portavoz de la DEA indicó que la agencia estaba cerca de la escuela como parte de una investigación en curso.
Aunque no había agentes de ICE en la escuela, los planes de deportación del presidente Donald Trump y la ola de acciones ejecutivas dirigidas a inmigrantes han dejado a muchas familias del área de Kansas City con miedo y ansiedad ante la posibilidad de detenciones.
Revolución Educativa, una organización sin fines de lucro que aboga por la educación de la comunidad latina, pidio una rendición de cuentas y acciones en respuesta a la preocupación pública que generó la detención frente a la escuela.
“Esto refleja un fracaso muy profundo, en toda la ciudad, para preparar adecuadamente cada edificio escolar ante incidentes que involucren la presencia de agencias federales,” decía la carta. “Ante la ausencia de protocolos claros y capacitación, nuestras comunidades se vieron obligadas a llenar esos vacíos en tiempo real, confiando unos en otros para obtener claridad, seguridad y apoyo.”
Incluso las escuelas han dejado de considerarse “lugares sensibles” que antes estaban fuera del alcance de los agentes de inmigración. La administración de Trump anuló una directiva que prohibía realizar operativos de inmigración en lugares que limitaran el acceso a servicios o actividades “esenciales”.
Trinidad Raj Molina, organizador de acompañamiento para la organización Advocates For Immigrant Rights and Reconciliation, señaló que desde entonces las familias han estado preocupadas por la posibilidad de actividad de ICE en las escuelas.
Las familias han estado preparándose y aprendiendo más sobre las políticas de ICE en relación con el ingreso a escuelas, pero Molina mencionó que persiste la preocupación de que los padres sean detenidos en lugares que no son propiedad privada —como una fila de autos para recoger estudiantes.
“El miedo era muy real, tanto para los padres como para su comunidad,” dijo Molina. “Es ese sentimiento de, ‘¿Está ocurriendo al fin? ¿Ya llegamos a ese punto”?’
Desde entonces, también ha habido un aumento de publicaciones en redes sociales e informes sobre redadas migratorias en todo el país, lo que dificulta saber qué representa una amenaza real. Esto ha afectado a algunos negocios en Missouri, ya que los empleados tienen miedo de ir a trabajar y los clientes temen salir a comprar.
Molina dijo que su organización también había escuchado sobre algunos estudiantes que tienen demasiado miedo para asistir a clases debido a informes de redadas. Comentó que algunas personas comparten reportes de actividad del ICE en redes sociales sin confirmar, causando rápidamente pánico generalizado.
"Antes de difundir algo, obtenga información realmente específica y precisa, trate de verificar con otras fuentes comunitarias antes de crear pánico en las redes sociales", dijo Molina.
Pero algunas redadas y detenciones migratorias han ocurrido cerca, en el área de Kansas City. En febrero, Agentes de Seguridad Nacional detuvieron a un familiar adulto de un estudiante en la escuela primaria Guadalupe Centers. Ese mismo mes, hubo una redada federal de inmigración en el restaurante mexicano El Potro en Liberty.
Edgar Palacios, director ejecutivo y fundador de Revolución Educativa, dijo que eventos como el del 3 de abril son angustiosos, especialmente para familias con estatus migratorio mixto. Comentó que a veces hay muy poca información disponible y las familias no están seguras de lo que realmente está ocurriendo.
"No todos entienden las complejidades de cómo actúan las fuerzas del orden. No todos comprenden qué está pasando o cuál es la responsabilidad de la escuela", dijo Palacios. "Ahora que esto ocurre cerca de la escuela, va a aumentar esa sensación de no estar seguro y de no estar preparado para el momento".
‘Necesitamos proteger a esos cientos de estudiantes’
La organización sin fines de lucro y las familias están pidiendo más coordinación entre la escuela y las agencias federales en caso de que los agentes tengan que actuar cerca o alrededor de los planteles escolares.
Un portavoz de KCPS (Escuelas Públicas de Kansas City) dijo que la agencia federal no coordinó ni se comunicó con el distrito escolar de antemano. Un portavoz del Departamento de Policía de Kansas City dijo que no tenía conocimiento de algo como lo descrito.
Orozco dijo que la DEA debería haber encontrado otro lugar, más apropiado, para detener al individuo, uno que no estuviera cerca de una escuela ni frente a padres y niños — y que el distrito escolar tiene que hablar en nombre de las familias con estas agencias para establecer esas pautas.
"Necesitamos proteger a esos cientos de estudiantes, su seguridad, evitar traumas — especialmente experiencias traumáticas como esta, que podrían haberse evitado", dijo Orozco.

Un portavoz de KCPS (Escuelas Públicas de Kansas City) dijo que el distrito tiene procedimientos para asegurar que las fuerzas del orden “no interfieran indebidamente en nuestras escuelas”. Según el distrito escolar, ninguna fuerza del orden puede entrar a sus escuelas a menos que presenten documentación judicial adecuada, incluyendo órdenes judiciales, citaciones u órdenes de arresto.
Dichos documentos deben ser revisados por el equipo legal del distrito para determinar su legitimidad antes de permitir la entrada a las fuerzas del orden. El distrito señaló que, si eso ocurre, las familias serían notificadas de inmediato.
Sin embargo, el portavoz dijo que la situación en la Foreign Language Academy fue complicada porque ocurrió fuera del plantel y se desarrolló rápidamente en la calle durante la hora de entrada de los estudiantes.
“Aun así, quienes presenciaron el incidente y quienes se enteraron después se vieron afectados por ello, y comprensiblemente quieren saber que el distrito escolar es un lugar seguro para sus hijos y familias”. dijo un portavoz del distrito.
‘¿Qué pasará la próxima vez?’
Un portavoz de la DEA dijo que la agencia no puede hacer comentarios sobre la política cuando se le preguntó cómo y cuándo las agencias federales intervienen cerca o en la propiedad de la escuela , o si con anticipación notifican a los distritos escolares cuando planean operar en esas áreas.
Pero para las familias de KCPS, los defensores dicen que eventos como estos dejan un trauma permanente.
Palacios dijo que cualquier agencia federal debería comunicarse con anticipación con los líderes del distrito si van a estar cerca de una escuela, para que los líderes puedan preparar a su personal y a los estudiantes. Si las agencias no pueden encontrar una manera de minimizar el daño, dijo, situaciones como estas seguirán ocurriendo y generarán una mayor desconfianza.
“Hay jóvenes, educadores y administradores que vieron los hechos (del 3 de abril), y padres que también los presenciaron… que van a estar siempre atormentados por ello”,dijo Palacios. “Para algunas personas no importa. Para muchas otras sí, porque ¿qué pasará la próxima vez”?
Un portavoz de KCPS dijo que el distrito ha estado comunicándose con las familias desde el incidente y continuará haciéndolo.
A principios de este año, el distrito indicó que organizó capacitaciones en todas las escuelas sobre cómo debe responder el personal ante situaciones que involucren a las fuerzas del orden, y cómo ayudar a las familias a aprovechar los recursos disponibles.
La superintendente Jennifer Collier compartió una lista de recursos comunitarios con las familias, incluyendo asesoramiento psicológico para estudiantes, personal y familias, conexión con AIRR, y guías para ayudar a las familias a crear un Plan de Preparación Familiar.
Otros distritos escolares del área de Kansas City han estado lidiando con la forma de cómo responder ante las nuevas preocupaciones, capacitando a su personal en caso de que agentes de inmigración intenten ingresar a una escuela y comunicando recursos útiles a las familias.
Las familias quieren más apoyo

Pero los defensores de derechos dicen que la mayoría de los distritos no están siendo muy públicos con respecto a su postura — y aunque la comunicación por parte de las escuelas ha calmado los temores de algunas familias, otros padres creen que el apoyo de su distrito es vacilante.
Orozco dijo que las familias necesitan apoyo no solo después de que algo ocurra — lo necesitan ahora. Como parte de la organización de padres y maestros de la escuela, ella ha asumido el papel de unir a las familias para hablar sobre estos temas.
“Hemos tenido familias que no han podido ir a trabajar, que no pueden proveer alimento a su familia, que tienen problemas para pagar sus cuentas porque no pueden tener un empleo,” dijo Orozco. “Pierden su trabajo debido a su estatus, y necesitan apoyo, y el distrito no lo facilita para nada”.
Orozco dijo que la información para las familias debe ser fácil de encontrar — muchas familias inmigrantes dependen más de tecnología como WhatsApp. También comentó que la comunicación con las familias debe ser transparente y no minimizar sus experiencias.
Dijo que el distrito incluso podría organizar reuniones de “Conozca sus derechos” y rotarlas por distintas escuelas, ya que todas tienen estudiantes que podrían presenciar cómo una agencia federal se acerca a su escuela o casa.
“Esta es simplemente la realidad del mundo en que vivimos hoy en día, y necesitamos preparar a todos”, dijo Orozco. “La escuela es uno de los mejores lugares”.
Orozco comentó que las familias sintieron que la información compartida inicialmente por el distrito no fue adecuada, pero ahora saben que la escuela está tratando de responder y ayudar. En última instancia, dijo, quieren sentir que el distrito realmente los apoya.
Una semana después del incidente, el distrito escolar organizó una sesión para familias, donde los funcionarios explicaron las políticas del distrito y las familias pudieron hacer preguntas, según Orozco. Dijo que algunas familias salieron de la reunión con las respuestas que necesitaban, mientras que otras aún tenían dudas.
Ahora, dijo, las familias están listas para seguir apoyándose mutuamente y organizar más sesiones de capacitación, tanto entre ellas como con el distrito.
“Esto ocurrió esta vez con esta agencia, pero sabemos que puede ocurrir con cualquier agencia y en cualquier momento, y que ahora las escuelas, los hospitales y las iglesias ya no se consideran santuarios”, dijo Orozco.

Aunque muchas personas viven con miedo de la actividad de ICE, Molina dijo que es importante reconocer que muchos “héroes silenciosos y anónimos” están trabajando para preparar a sus vecindarios y escuelas.
“También son muchas comunidades que en silencio fortalecen sus lazos de confianza entre sí para apoyarse mutuamente”,dijo Molina.
Palacios comentó que algo que su organización escuchó claramente de parte de las familias fue que “las declaraciones de apoyo sin acciones concretas no son suficientes.”
Él cree que una mejor práctica para las escuelas sería estar alineadas sobre cómo responderán ante este tipo de incidentes, incluyendo cómo comunicarán lo que está ocurriendo a las familias en ese momento. También considera necesario crear espacios para tener conversaciones con las familias que no sean unilaterales cuando surjan estos temas.
Más que nada, Edgar dijo que las familias quieren que sus hijos estén seguros — y eso también es lo que quieren los educadores.
“No diría que esto es un fracaso total de las escuelas”, dijo Palacios. “Creo que esta es una oportunidad para que la comunidad se una y diga que los niños importan… que merecen estar seguros, que merecen aprender, y que merecen una educación de calidad”.