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Los aficionados están intentando desesperadamente conseguir boletos de entrada para los seis partidos de la Copa Mundial de la FIFA que se disputarán este verano en Kansas City, que será la ciudad más pequeña de las 16 ciudades que serán anfitriones para la competición internacional en el 2026.
La ciudad se ha convertido en un destino futbolístico internacional, con dos equipos profesionales propios, el Sporting KC y el Current, un estadio femenino único en su género y un reciente festival para aficionados de la Premier League, pero esto no ha sido fácil.
La búsqueda del fútbol soccer profesional en Estados Unidos fue una lucha de décadas llena de ligas fracasadas, ideas de mercadotecnia audaces, una mala gestión del dinero y aficionados devotos que veían el potencial de este deporte.
Gran parte del éxito futbolístico que está viviendo Estados Unidos en la actualidad se debe a un empresario de Kansas City que, en realidad, se hizo más famoso por el otro fútbol, o sea el fútbol americano: Lamar Hunt.
El autor Michael MacCambridge dice, “Creo que se podría argumentar de forma bastante convincente que, si no fuera por Lamar Hunt, la Copa Mundial no sería celebrada en Kansas City”.
El amor de Lamar Hunt por el fútbol soccer
Lamar Hunt es más conocido por haber fundado la Liga Americana de Fútbol, por haber traído al equipo de los Chiefs a la ciudad de Kansas City y por haberle dado el nombre al “Super Bowl”. Pero también era un firme creyente y defensor del fútbol soccer.
Hunt era hijo de uno de los hombres más ricos del mundo, un magnate petrolero, y desde niño le encantaban las competiciones de todo tipo.
MacCambridge, autor de la biografía Lamar Hunt: A Life in Sports afirma que, “era uno de esos niños raros que no paraba de jugar”.
El primer contacto de Hunt con el fútbol se remonta al año 1962, cuando visitaba a su futura esposa Norma en Irlanda. En una noche muy fría, asistieron a un partido del Shamrock Rovers y se encontraron en medio de una multitud que abarrotaba el estadio.
MacCambridge afirma que, “le encantó la idea de que la multitud acudiera al estadio y viviera voluntariamente ese momento de éxtasis, ese momento de júbilo”.
Unos años más tarde, Hunt vio la final de la Copa Mundial de 1966 entre Inglaterra y Alemania Occidental. Era la primera vez que un campeonato de la final se retransmitía por satélite y atrajo a más de 400 millones de televidentes.
“Después de ese partido, Lamar y muchos otros deportistas pensaron: “Claro, este es el deporte más importante del mundo”, afirma MacCambridge. “La Copa Mundial es el evento más importante del mundo. Estados Unidos es el país más importante del mundo en materia deportiva, con todas estas ligas profesionales. Sin duda, el fútbol soccer podría triunfar aquí”.
Comienzos humildes para una potencia internacional
Hasta ese momento, el fútbol soccer en Estados Unidos se consideraba principalmente un deporte minoritario practicado por inmigrantes. Los equipos y los partidos eran organizados por grupos sociales, empresas, clubes deportivos y escuelas asociados a esas comunidades muy unidas.
Ya desde finales del siglo XIX se habían realizado esfuerzos para crear equipos y ligas nacionales, pero se trataba de iniciativas bastante aisladas.
Estados Unidos jugó su primer partido internacional de fútbol soccer en 1885, contra Canadá, pero perdió.
En 1904, los Juegos Olímpicos se celebraron en la ciudad de St Louis en el estado de Missouri. Estados Unidos contó con dos equipos masculinos de fútbol soccer, formados en su mayoría por jugadores locales, que ganaron las medallas de plata y bronce.
La Asociación de Fútbol de Estados Unidos se fundó en 1913, dando inicio a la Copa Abierta de Estados Unidos.
“Era una competencia en la que participaban equipos de todo Estados Unidos, y eso fue algo que impulsó y organizó la identidad futbolística estadounidense”, afirma Phil West, escritor especializado en fútbol soccer y autor del libro The United States of Soccer. “Y es un torneo que sigue existiendo hoy en día”.
Estados Unidos se clasificó para la primera Copa Mundial de la FIFA en 1930 y quedó en tercer lugar. “Solo había 13 equipos”, dice West. “Era una especie de competición en la que participaba cualquiera que pudiera llegar a Uruguay en barco, así que fue todo un reto”.
Otro momento memorable para el fútbol soccer estadounidense tuvo lugar en 1950, cuando la selección de Estados Unidos venció a la poderosa Inglaterra en un partido de la Copa Mundial, conocido como “el Milagro sobre el césped”.
Pero tras esa sorprendente victoria, la selección masculina de Estados Unidos no volvió a clasificarse para la Copa Mundial hasta 1990, cuatro décadas después.
En cuanto a las mujeres, la FIFA no celebró una Copa del Mundo femenina hasta 1991, en donde Estados Unidos ganó.
Los primeros equipos profesionales de Estados Unidos
Fue durante estas décadas intermedias cuando la lucha de Hunt por el fútbol soccer realmente cobró forma.
Tras la Copa Mundial de 1966, Hunt se dio cuenta de que el país no contaba con un programa nacional de fútbol soccer que fuera sólido ni con una liga propia. Al año siguiente, en 1967, ayudó a fundar la United Soccer Association.
Pero al mismo tiempo se creó otra liga nacional de fútbol soccer, que consiguió un contrato con la CBS. Preocupada por la competencia, la asociación de Hunt decidió importar 12 equipos profesionales de Europa y Sudamérica durante su temporada baja, que jugarían bajo la apariencia de equipos locales en determinadas ciudades de Estados Unidos.
Había un equipo italiano que jugaba en Chicago, un equipo brasileño en Houston, el Wolverhampton Wanderers (también conocido como los Wolves) de Inglaterra jugaba en Los Ángeles, y el Dundee United de Escocia jugaba como el Dallas Tornado, propiedad de Hunt.
Después de solo un año, las dos ligas nacionales competidoras se fusionaron para formar la North American Soccer League (NASL). Pero la fusión dejó dos equipos en Chicago, por lo que uno de ellos, los Spurs, fue vendido a Kansas City.
Para los aficionados del fútbol soccer de Kansas City, la llegada de este equipo en 1968 fue todo un acontecimiento.
Yolanda Medina Casey dice, “Me emocionaba que hubiera partidos de fútbol a los que pudiera ir mi padre, porque echaba mucho de menos a su país”.
Medina Casey es hija del futbolista profesional Chino Medina, un inmigrante mexicano y uno de los primeros campeones de fútbol soccer de Kansas City. Ella también era un Spurette, parte del grupo de baile que actuaba en los partidos.
“Mi Papá iba a todos los partidos en los que actuaba, pero no para verme a mí”, dice riendo. “Sino para ver el partido de fútbol soccer... solo por estar en ese ambiente y cantar los cánticos, ya sabes, eso era lo más divertido”.
Creando una base de seguidores en Kansas City
A diferencia de los equipos de fútbol soccer que les precedieron, los Spurs cobraban por jugar. Sus primeros partidos se disputaban en el Municipal Stadium, donde también jugaban los Chiefs de Lamar Hunt.
John Tyler el exdirector general de los Spurs recuerda, “teníamos algunos aficionados. No eran muchos, pero formaban un buen núcleo. Muchos de ellos eran hispanos”.
El fútbol soccer aún estaba lejos de ser un deporte mayoritario. No se practicaba mucho en las escuelas y el concepto de liga nacional era todavía muy nuevo.
La venta de entradas no fue muy buena, ni en Kansas City ni en toda la liga. Así que los organizadores tomaron una decisión audaz. Invitaron a la estrella de fútbol soccer más famosa del mundo para que les ayudara a correr la voz.
Edson Arantes do Nascimento, más conocido por su apodo como Pelé, era un prolífico goleador brasileño y actuaba como una especie de embajador del “juego bonito”. En el verano de 1968, viajó a varias ciudades de Estados Unidos con su Club de Santos Futebol Clube para jugar partidos contra algunos equipos de la NASL, entre ellos los Spurs.
El 4 de julio de 1968, los aficionados abarrotaron el Estadio Municipal para asistir al partido con mayor asistencia de público en la historia de los Spurs. Para los aficionados del fútbol soccer de toda la vida que consideraban a Pelé un héroe, fue un momento mágico.
“Estoy bastante segura de que mi padre lloró”, recuerda Medina Casey. “Porque fue algo grandioso”.
Las Spurettes actuaron durante el intermedio. El equipo de los Santos venció a los Spurs por 4-1, con un gol de Pelé.
“Creo que 19,000 personas acudieron al partido para ver a Pelé, pero nunca volvieron”, afirma el director John Tyler.
Apenas un año después de la creación de la Liga Norteamericana de Fútbol, los equipos seguían perdiendo mucho dinero.
En 1969, durante la primera parte de la temporada la liga intentó invitar a clubes profesionales de Inglaterra y Escocia a jugar como equipos de la NASL, pensando que el talento de las estrellas podría atraer a más público.
En Kansas City, este extraño cambio significó que el equipo Wolverhampton Wanderers de Inglaterra jugó bajo el nombre de los Spurs durante los primeros nueve partidos. Después de que se fueran a casa, el equipo habitual de los Spurs jugó 16 partidos durante el resto del verano.
Y los Spurs jugaron bien, venciendo a los Baltimore Bays para convertirse en los campeones nacionales de la Liga Norteamericana de Fútbol.
Tyler aún conserva el trofeo que conmemora aquella victoria histórica, pero afirma que la reacción de la mayoría de la ciudad fue “indiferente”. Incluso cuando los Spurs eran el mejor equipo de fútbol del país, era difícil conseguir que la gente se interesara por ellos: su partido más importante jugado en su casa atrajo a poco más de 5000 aficionados, en un estadio con capacidad para más de 30,000.
En aquel entonces, tanto los Kansas City Chiefs como los nuevos Kansas City Royals jugaban en el Municipal Stadium. Así que los Spurs trasladaron sus partidos al colegio Pembroke High School, que no era precisamente un ambiente digno de un campeonato.
“Es una cuestión de credibilidad”, afirma Tyler. “Los estadounidenses no son tontos, ¿y pretenden decir que son un deporte de primera división y juegan en un estadio de una escuela? Pero por favor”.
En 1970, tras solo tres años de jugar, los Kansas City Spurs desaparecieron.
“Un deporte de sexta o séptima categoría”
La Liga Norteamericana de Fútbol soccer siguió adelante durante la década de los 70s, solo que con menos equipos.
Michael MacCambridge afirma que a la NASL le faltaba algo.
“La NFL era la mejor liga de fútbol americano del mundo. La Major League Baseball era el béisbol al más alto nivel. Lo mismo ocurría con la National Basketball Association y la National Hockey League”, afirma. “Pero la North American Soccer League, incluso en su mejor momento, era como un deporte de sexta o séptima categoría”.
En comparación con las ligas de fútbol soccer de todo el mundo, la NASL no contaba con el mismo talento, ni el dinero ni el apoyo de los aficionados. No existía la infraestructura necesaria para formar a jóvenes atletas, ni había muchas estrellas locales a las que admirar. La selección nacional de Estados Unidos seguía sin clasificarse para la Copa Mundial de fútbol soccer.
“Y además, los aficionados al fútbol estadounidenses eran básicamente unos ignorantes”, afirma MacCambridge.
La mayoría de los estadounidenses no se criaron inmersos en este deporte, por lo que no entendían las complejidades del fútbol soccer y pensaban que era aburrido.
La NASL incluso cambió algunas de las reglas para hacerlo más atractivo para el público estadounidense, como añadir tandas de tiros penales en caso de empate, reformar la regla del fuera de juego y hacer que el reloj corriera hacia atrás en lugar de hacia adelante.
Sin embargo, en lugar de invertir en el desarrollo del talento estadounidense, los equipos siguieron gastando demasiado dinero en jugadores extranjeros. El New York Cosmos en algún momento contrató al jugador Pelé por $1.4 millones de dólares, una medida muy popular entre los aficionados locales que creó aún más desequilibrio dentro de la liga.
MacCambridge dice “Lamar se dio cuenta de que el fútbol americano solo crecería con jugadores estadounidenses y que había un límite en lo que se podía lograr solo con traer talento extranjero”.
A principios de los años 80, Lamar Hunt había perdido al menos 20 millones de dólares con el Dallas Tornado. En 1984, la NASL y sus nueve equipos restantes tiraron la toalla.
Sembrando semillas para la próxima generación
Tras la marcha de los Spurs, una nueva moda futbolística se extendió por Kansas City y por todo Estados Unidos: la Major Indoor Soccer League.
Los aficionados locales de cierta generación quizá recuerden los partidos del Kansas City Comets que llenaban el Kemper Arena. Aunque el fútbol soccer de sala tenía reglas ligeramente diferentes a las de los partidos profesionales al aire libre, ayudó a mantener vivo el deporte, al menos de alguna forma.
Las ligas recreativas juveniles y adultas también comenzaron a ganar popularidad en la década de 1980.
El director general de los Spurs, John Tyler, afirma que una de las cosas buenas que se derivó de su breve experimento en la NASL fue que se creó el capital inicial para la Heart of America Soccer Association, una influyente liga recreativa. A esta le siguieron otras oportunidades, como la Johnson County Soccer League, los Kansas City Legends y el Brookside Soccer Club.
“El concepto era correcto. Si consigues que los niños jueguen, con el tiempo se convertirán en aficionados”, afirma Tyler. “Los abuelos jugaban y ahora ven jugar a sus nietos”.
En el mercado profesional estadounidense, el fútbol soccer volvió a dar un gran salto en la década de los 90. La selección masculina de Estados Unidos se clasificó para la Copa Mundial de la FIFA por primera vez en 40 años.
Y Lamar Hunt, junto con otros empresarios, lanzó una nueva campaña: querían que Estados Unidos fuera sede de la Copa Mundial de fútbol soccer.
Copa Mundial de 1994 y la Major League Soccer
La FIFA concedió la organización de los partidos de 1994 a Estados Unidos, pero con una condición: el país tendría que volver a crear una liga de fútbol soccer profesional.
“Creo que mucha gente pensaba: lo hemos intentado, pero en Estados Unidos no va a funcionar”, afirma MacCambridge.
La ceremonia de inauguración de la Copa Mundial de la FIFA de 1994 se celebró en Chicago (presentada por Oprah Winfrey) y los partidos se disputaron en estadios de todo el país. Como anfitrión, la selección nacional de Estados Unidos se clasificó automáticamente para el torneo y llegó a octavos de final. Cayó derrotada ante Brasil, que después ganó el torneo.
Tras la conclusión de la Copa Mundial, los empresarios tardaron dos años en cumplir su promesa de lanzar la Major League Soccer.
Hunt fue contratado para compartir las lecciones aprendidas de la NASL y para planificar cómo podría funcionar la nueva liga.
Cuando la MLS comenzó en 1996, contaba con 10 equipos. Hunt llegó a ser propietario de tres de ellos: el Dallas Burn, el Columbus Crew y el Kansas City Wiz.
El Wiz fue el primer equipo profesional al aire libre de la ciudad en tres décadas. Pero su nombre estaba destinado a tener una vida corta.
“Recuerdo haberle preguntado una vez a Lamar: “Lamar, ¿sabías que Wiz era una especie de jerga para referirse a la orina?”, recuerda MacCambridge. “Y él respondió: “Oh, no, no lo sabía”.
Después de muchas bromas, amenazas de demanda y un concurso para los aficionados, el equipo cambió su nombre a los Kansas City Wizards un año más tarde.
Una casa adecuada para el fútbol soccer profesional
Los Wizards jugaban en el Arrowhead Stadium, sede de los Chiefs. Pero los aficionados a la MLS en Estados Unidos querían vivir esa experiencia intensa y compartida que era una parte característica del juego a nivel internacional.
Era difícil generar ese mismo tipo de energía en un estadio de fútbol americano gigante, aunque los aficionados de los Wizards lo intentaban. El grupo de aficionados, que primero se llamó Mystics y más tarde The Cauldron, colaboró con el equipo para crear una zona dedicada a los aficionados detrás de la portería, donde se ponía música y se animaba al público a corear cánticos.
Hunt pronto se dio cuenta de que el fútbol soccer necesitaba un hogar propio, a una escala más adecuada. Gastó 30 millones de dólares en el estadio Columbus Crew en Ohio. Cuando se inauguró en 1999, fue el primer estadio profesional específico para fútbol soccer construido en Estados Unidos.
MacCambridge afirma que “demostró no solo a los aficionados al fútbol soccer estadounidenses, sino también a los inversores y empresarios, la diferencia que podía suponer un estadio específico para fútbol soccer”.
Ahora, casi todos los equipos de la MLS tienen un estadio dedicado exclusivamente al fútbol soccer.
“Ha marcado una gran diferencia”, afirma MacCambridge. “Y eso no habría sido posible sin Lamar. Ni siquiera estoy seguro de que la Major League Soccer hubiera sobrevivido si Lamar no hubiera construido ese estadio en 1999”.
Ese mismo año, el torneo de fútbol soccer más antiguo del país cambió su nombre por el de “Lamar Hunt U.S. Open Cup”, en honor a su dedicación de toda una vida a este deporte.
Con el tiempo, la MLS creó un sistema de academias del deporte en toda la liga para desarrollar más talento juvenil local.
En el 2006, Lamar Hunt decidió vender los Kansas City Wizards a otro grupo de propietarios locales. El equipo se sometió a un cambio de imagen radical, pasando a llamarse Sporting KC, un nombre más al estilo europeo, y construyó su estadio en el condado de Wyandotte. La sección de aficionados sigue llamándose:The Cauldron” (el caldero).
En el 2006, a los 74 años, Hunt falleció. En ese momento, solo había 13 equipos en la MLS, pero Hunt tenía fe en que algún día crecería.
Hoy en día hay 30 equipos en la MLS, con planes de expansión. El Hunt Sports Group fue uno de los principales defensores de la candidatura del país para la Copa Mundial 2026 y de la improbable elección de Kansas City como ciudad anfitriona.
Su hijo, Clark Hunt, es ahora el director ejecutivo de los Chiefs.
“Él soñaba con esto”, dijo Clark Hunt en una rueda de prensa en el año 2023.
“60 años después de que mi padre tuviera ese sueño por primera vez, en el 2026, la Copa Mundial de la FIFA se jugará en un estadio que él solía llamar su lugar favorito en la tierra, el GEHA Field en el Arrowhead Stadium”.
Este episodio de A People 's History of Kansas City ha sido reportado, producido y mezclado por Suzanne Hogan, con edición de Mackenzie Martin y Gabe Rosenberg.
Esta es la segunda entrega de una serie previa a la Copa Mundial del 2026, en colaboración con el Great Game Lab de la Universidad de Arizona, que explora cómo el deporte nos conecta con el resto del mundo, y la iniciativa US@250 de New America.
Lea y escuche la primera serie, ”Los inmigrantes que nos convirtieron en una ciudad futbolística, aquí.
Si conoce a algún campeón local de fútbol en Kansas City que haya contribuido a que la ciudad haya llegado a este momento extraordinario, envíenos un correo electrónico a peopleshistorykc@kcur.org.